Y Benzema volvió a vestirse de mago. El delantero del Real Madrid, que firmó otro doblete en su cuenta particular, ejerció de héroe en el partido loco que los de Ancellotti (sobre)vivieron ante el Manchester City en la ida de semifinales de la Champions League.
El equipo de Guardiola fue superior en todo momento, pero en Europa el Madrid siempre tiene aliento para una última palabra y se marcha a la vuelta con un 4-3 en contra que extiende el duelo a un Bernabéu que ya se frota las manos.
Ese tercer gol, el que recortaba -otra vez- distancias para no apagar los sueños blancos fue obra de Benzema, de penalti con genialidad incluida.
El ‘9’ madridista llegaba al choque tras haber fallado dos penaltis ante Osasuna en la última jornada de Liga, algo que no le impidió colocarse a 11 metros de la meta ‘citizen’, sin miedo y sin complejos.
Podría haber armado un disparo fuerte, directo y certero y evitar así el nerviosismo o los fantasmas del doble fallo, pero optó por tirarlo a lo Panenka en plenas semifinales de Champions con un 4-2 en contra. Es ese tipo especial de locura que sólo entienden los genios.