Como solo estaban los que de verdad querían y no todos los que habrían podido estar, la presentación este sábado de la nueva alianza de los partidos de izquierda franceses para las legislativas de junio fue un auténtico festejo. En Aubervilliers, en la periferia de París, estaban los convencidos. La Nueva Unión Popular Ecologista y Social (NUPES) fue inaugurada bajo la batuta de Jean-Luc Mélenchon, el artífice del acuerdo entre la izquierda populista de Francia Insumisa, el Partido Comunista, los ecologistas y, tras arduas negociaciones que lo han puesto al borde de la escisión, el Partido Socialista (PS).
La alianza de todo el espectro de la izquierda francesa es “un acto de resistencia colectiva a una era de maltrato social, ecológico y democrático”, afirmó Mélenchon, que celebró la “profundidad histórica” del pacto. “Es la primera vez en 25 años, es decir, en una generación, que se logra un acuerdo global entre las fuerzas de izquierda”, recordó. “Estamos escribiendo una página de la historia de Francia”.
En el acto de presentación de NUPES, se desveló el logo de la nueva alianza: una V “de victoria”, explicaron los organizadores mientras alentaban al auditorio a hacerse un selfi haciendo ese gesto con la mano, como habían hecho en vísperas de la cita en Aubervilliers candidatos y organizadores de la alianza. Es una V con los colores de todas las formaciones participantes, que hicieron el sábado una muestra de unidad después de 13 días —”y 13 noches”, recordó Mélenchon entre risas— de negociaciones tras años de desencuentros.
El primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, lamentó los cuestionamientos a esta apuesta legislativa. “Claro que tenemos diferencias, nadie lo niega”, afirmó ante 1.500 personas,