El presidente valenciano, Ximo Puig, no contestará esta semana a las preguntas de los grupos parlamentarios sobre el caso Azud, que afecta a cargos del PP en la etapa de Rita Barberá pero también a miembros del PSPV-PSOE, y que ya ha provocado la salida del síndic socialista, Manolo Mata, que ha decidido dedicarse en exclusiva a la defensa legal de Jaime Febrer, el empresario supuesto cabecilla de la trama. No obstante, el jefe del Consell considera que Mata puede seguir de número 2 del partido, ya que, en su opinión, «ser abogado es compatible con ser militante y dirigente socialista».
La Junta de Síndics ha decidido este lunes suspender la sesión de control al Consell del jueves por la coincidencia de fechas con con la presentación de la gigafactoría de Volkswagen en Sagunt, a la que también asistirá el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La oposición ha acusado al Consell de querer «huir de Les Corts». La portavoz del PP, María José Catalá, lo ve una «cacicada» y un «hecho insólito» y ha afirmado que se podría haber pasado la sesión de control de mañana miércoles, aunque solo fuera la de los consellers. Desde los grupos del Botànic han defendido la importancia de la presentación de la gigafactoría y argumentan que las preguntas se harán en otro pleno.
Respecto a la situación de Mata, Puig ha asegurado que será él quien deberá decidir si mantiene sus responsabilidades orgánicas, al igual que ya ha optado por renunciar a su cargo como síndic, algo que, ha dicho, no era compatible con la defensa del empresario acusado de corromper a políticos. En ese sentido, repreguntado por si cree que el todavía síndic debe continuar como vicesecretario general del PSPV, ha insistido en que su salida de Les Corts «es una decisión