COMUNIDAD VALENCIANA
Valencia
Actualizado Viernes, 13 mayo 2022 —01:41
El presidente dilata el anuncio de los cambios y acrecienta la tensión interna, mientras la vicepresidenta Oltra y la consellera de Justicia libran su particular pulso
Casi dos semanas han pasado ya desde que el ex portavoz socialista en las Cortes Valencianas, Manolo Mata, anunciara su dimisión para centrarse en su faceta de abogado del presunto cabecilla de la trama Azud. Su decisión no solo golpeó los pilares del partido que dirige Ximo Puig, sino que ha desencadenado toda una serie de movimientos de placas tectónicas cuyo desenlace está aún por ver. Porque entre esos movimientos está también una remodelación amplia del Gobierno valenciano que, a su vez, ha hecho estallar el polvorín de la división interna entre los socios del llamado Botànic.
A la calma no ha contribuido precisamente el retraso del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, a la hora de concretar cuáles son esos cambios de consellers. Una semana ha pasado desde que comunicó a la vicepresidenta, Mónica Oltra, su intención de tocar las carteras del ala socialista. Desde entonces, todo se ha precipitado, con la dimisión sorpresa del primer conseller de Compromís, Vicent Marzà, que en su despedida no se ha descartado como cartel electoral de la coalición.
Mensaje sutil a Oltra de que puede tener alternativa si se concreta su imputación en la causa que investiga la actuación de su departamento en el caso de los abusos de su ex marido. Pero si la coalición valencianista está en plena ebullición, los nervios se han desatado en el seno del Consell. Hasta el punto de que uno de los hombres fuertes y mano derecha de Puig, Arcadi España, ha tenido que llamar a la calma para alejar la imagen de