El lema feminista «Sólo sí es sí» da este jueves su paso más importante para convertirse en ley. El Congreso de los Diputados ha respaldado por una amplia mayoría el proyecto estrella de la ministra de Igualdad, Irene Montero, al que tan sólo le quedará ahora el paso formal por el Senado para aprobarse definitivamente y entrar en vigor.
La conocida como ley del sólo sí es sí, por estar inspirada en las proclamas de las movilizaciones feministas que tomaron las calles después de la sentencia de La Manada, tiene como principal novedad que coloca el consentimiento sexual en el centro de las relaciones personales. A partir de ahí, que lo haya o no es lo que resultará determinante a la hora de perseguir las violaciones y las otras violencias sexuales que vienen recogidas en el proyecto.
La consecuencia más visible en el Código Penal es que se pone fin a la diferenciación entre abuso y agresión sexual. Toda conducta sexual sin consentimiento será considerada agresión y será castigada con un abanico de penas según las circunstancias y los agravantes (violencia, uso de la sumisión química, en grupo…).
El proyecto de ley logra un amplio respaldo del Congreso, con el voto a favor del PSOE, Unidas Podemos, ERC, Ciudadanos, PNV, EH Bildu, Más País, Compromís yJunts, entre otros.
En cambio, votan en contra el PP y Vox. La principal censura que hacen los populares, como ha explicado la diputada Marta González, es que la redacción del consentimiento «pone en riesgo la presunción de inocencia» porque «invierte la carga de la prueba» en el denunciado, quien será el que tenga que demostrar que hubo consentimiento. Vox ha incidido también en esto porque, a su juicio, «se fuerza» a los jueces a «creer a la mujer sin pruebas» y permite que éstas