Por algo el piragüismo es el segundo deporte con más medallas olímpicas 20; una menos que la vela. Es el deporte en el que, tan alto es el nivel de sus deportistas, que hay que organizar selectivos internos para hacer descartes. Una prueba más de que el equipo español es una potencia mundial es que este sábado en menos de media hora, en la pista de Račice (República Checa) cosechó dos oros (el K4-500 capitaneado por Saúl Craviotto y el C2-500 de Pablo Martínez y Cayetano García) y dos platas (el K4-500 femenino capitaneado por Teresa Portela y el C2-500 de Joan Moreno y Adrián Sieiro. En C2-500 había dos barcos españoles en la final y los dos se han subido al podio. A las que hubo que añadir, una hora después el bronce de Marcus Cooper, que dobló y compitió también en K1-500.
A pie de pista, tras la exhibición de fuerza, potencia y velocidad del K4-500 de Saúl Craviotto, Carlos Arévalo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade (dejaron fuera del podio a la campeona olímpica Alemania), el periodista del canal oficial les preguntó impresionado: ¿Cómo es que después de tantos años en la élite seguís mejorando? ¿Tenéis la sensación de que sois aún más fuertes que el año pasado? Sin apenas aliento, ácido láctico todavía a mil en los brazos, contestó Germade: “el truco es precisamente ese, que llevamos mucho remando juntos y nos conocemos a la perfección”. Le sacaron 0,97 segundos a Ucrania y 1,36s a Lituania. Con este oro, además, se han clasificado para el Mundial de Canadá de agosto.
El camino hacía los Juegos de París 2024 de Saúl Craviotto, el deportista español con más medallas olímpicas junto a David Cal (cinco), no podía haber empezado de la mejor manera. Miguel García, el técnico, contaba a este periódico antes de volar a