Madrid
Actualizado Miércoles, 27 abril 2022 —19:53
El polémico cambio de norma impulsado ayer por Meritxell Batet para rebajar las mayorías necesarias para entrar a formar parte de la comisión de secretos oficiales del Congreso, y dar así entrada a ERC y EH Bildu, propiciará la presencia de otros dos partidos independentistas más en este espacio. Pues además de los dos mencionados, el Grupo Plural y el Grupo Mixto proponen que sus representantes sean los portavoces de Junts per Catalunya y de la CUP.
Si en la votación que se celebra este jueves en el Pleno del Congreso estas dos fuerzas políticas consiguen los 176 votos a favor que ahora pide la nueva norma, en lugar de los 210 que se exigían antes, supondrá que el partido de Carles Puigdemont y los anticapitalistas tengan asiento en la comisión en la que se rinden cuentas de los fondos reservados y de las actividades del CNI.
Es ese carácter sensible y secreto de lo que ahí se cuenta lo que había provocado que PP, Vox y Ciudadanos hubieran levantado desde el principio de la legislatura un veto a la entrada de ERC y, sobre todo, de EH Bildu en esta comisión. Y eso, gracias a que tenían los votos suficientes para bloquear su elección impidiendo que alcanzaran los tres quintos. Es el motivo que ha impedido durante casi tres años que pudiera constituirse y ponerse en marcha.
Ha sido ahora, cuando el Gobierno se ha visto acorralado por los partidos independentistas por el caso Pegasus, cuando desde Moncloa se ha empujado a Batet a cambiar las normas para rebajar la mayoría necesaria que obligaba al consenso entre el PSOE y el PP para la elección de cualquier miembro de la comisión. Se ha pasado de pedir tres quintos (210 votos) a exigir mayoría absoluta (176).
Este cambio,