Madrid
Actualizado Jueves, 5 mayo 2022 —01:51
Quieren que solicite a Policía y Guardia Civil un análisis exhaustivo de la información con la que contaban y qué hicieron con ella
La familia de Álex -el niño asesinado en Lardero (La Rioja) la víspera de Halloween- quiere profundizar al máximo en el rastro que pudo dejar Francisco Javier Almeida, en prisión por el crimen desde el momento en que se produjo, las semanas previas al suceso.
Para abundar en ello, ha pedido a la juez que solicite todas las comunicaciones que pudieron hacer los vecinos tanto a la Policía Local como a la Guardia Civil alertando del comportamiento de Almeida, que acababa de instalarse en el barrio tras salir de la cárcel, donde había estado media vida.
Los padres, a través de la letrada Alicia Redondo, quieren saber si se sostienen las afirmaciones de los residentes en las que aseguran haber puesto en conocimiento de los agentes los movimientos de Almeida desde su llegada y si requirieron presencia policial.
La familia considera «muy importante» realizar un análisis exhaustivo de la información con la que contaban ambos cuerpos policiales y cómo la manejaron y así consta en el escrito presentado ante la magistrada.
Las diligencias que se han solicitado van desde comprobaciones telefónicas en el retén de la Policía Local y en el cuartel del Instituto Armado -para verificar si esas llamadas denunciando comportamientos «extraños» se realizaron- hasta la interposición de alguna denuncia pasando por las actuaciones, si es que hubo, que realizaron los agentes ante la situación que los vecinos indican haberles trasladado. La presencia del presunto asesino de Álex, indicaron tras el crimen, siempre les inquietó. Desconfiaban de cómo observaba a los niños en el