Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este miércoles purgas en las aulas de las escuelas y universidades rusas por la expresión de opiniones contrarias a la actual campaña militar rusa en Ucrania. «Las libertades académicas también están siendo pisoteadas. Los educadores son obligados a difundir propaganda anti-ucraniana y a glorificar la operación especial rusa en Ucrania», ha asegurado en un comunicado Bruce Millar, director de AI para Europa Oriental y Asia Central.
Millar ha denunciado los informes sobre profesores detenidos, despedidos o multados por comentarios antibélicos realizados públicamente o en el transcurso de sus clases. La nota destaca a Román Melnichenko, profesor asociado de la Universidad Estatal de Volgogrado, que fue despedido únicamente por reenviar un comentario contra la intervención militar rusa en la red social VKontakte. Otra profesora, Yelena Baybekova, que enseña matemáticas en la ciudad de Astraján, en la desembocadura del río Volga, fue expulsada por hacer comentarios políticos durante las clases, acusación que ella niega rotundamente.
La delación de la madre de un estudiante fue la causa del despido de una profesora de inglés en la isla de Sajalín (océano Pacífico), Marina Dubrova, que consideró un «error» la contienda durante un descanso. Dubrova no sólo perdió su trabajo, sino que tuvo que comparecer ante los tribunales y fue multada con 30.000 rublos (unos 370 dólares) por «desacreditar a las Fuerzas Armadas». Otra profesora de inglés, Irina Gen, podría ser condenada a una pena de cárcel por llamar a Rusia «un Estado totalitario» tras ser acusada por uno de sus alumnos en la ciudad de Penza.
Además, en algunas escuelas los estudiantes del séptimo al décimo primer curso reciben