La banda ucrania Kalush Orchestra, que en la noche del sábado ganó Eurovisión, ha publicado este domingo el vídeo de Stefanía, la canción con la que compitió. Se trata de una grabación realizada en distintas ciudades de los alrededores de Kiev, la capital del país, que han estado ocupadas por el Ejército ruso durante el mes de marzo.
En concreto se trata de Irpin, Bucha, Gostomel y Borodianka, todos nombres de localidades que se han paseado por los titulares de los medios de comunicación de todo el mundo y que tardarán meses en recuperar la normalidad. El vídeo ha volado en su perfil de la red social Instagram, donde han colgado un clip que lo anuncia en su web. En cuatro horas llegaba casi al millón y medio de visitas.
En estas localidades en las que grabaron las imágenes han perdido la vida cientos de personas. Algunas de ellas, según los primeros análisis forenses, fueron ejecutadas. Las autoridades de Kiev ya han puesto en marcha la maquinaria judicial para tratar de condenar a militares del Kremlin por haber cometido crímenes de guerra.
La destrucción y el clima de muerte dejado atrás por el Ejército del Kremlin en su retirada ha sido el mejor escenario que han encontrado para que su canción golpee cual ariete en la conciencia de los espectadores. Edificios bombardeados, llamas, coches destrozados, niños y mujeres entre lágrimas, militares, familias rotas, emigración en tren, refugios antibombas, humo, oscuridad, tenebrismo… Las mismas imágenes difundidas por televisiones de todo el planeta desde que comenzó la invasión rusa a finales de febrero pero que sirven, ahora, para dar un nuevo contexto a la canción que ha resultado ganadora. El gancho perfecto para que tanto en Ucrania como fuera vean que Kalush Orchestra no