Madrid
Actualizado Martes, 3 mayo 2022 —01:37
Tras la foto de la silla vacía de Sáenz de Santamaría y Cospedal y la salida de Casado, ambos líderes apuestan por la unidad en el partido
Tiene desde hace años el Día de la Comunidad de Madrid una potente carga simbólica para el equilibrio de fuerzas en el PP. Fue en un acto del 2 de Mayo, en 2018, cuando la tensa diplomacia que Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal habían mantenido durante una década saltó por los aires, silla vacía mediante. Así han pasado cuatro años de inestabilidad, que incluyeron unas primarias con ellas mismas enfrentadas y que, al menos públicamente, se cerraron ayer.
Lo hicieron el nuevo presidente, Alberto Núñez Feijóo -el hombre que rehúyo aquellas primarias y luego decantó la balanza del lado de Casado-, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, antes del inicio del acto cívico militar. Ambos líderes salieron a las puertas de la Real Casa de Correos juntos tras la entrega de medallas para hacerse la foto con ciudadanos que les esperaban agolpados junto a las vallas. El acercamiento ya se había producido previamente.
La primera conversación que mantuvo el gallego a su llegada a la Puerta del Sol fue con el jefe de Gabinete de la dirigente madrileña, Miguel Ángel Rodríguez, durante unos 15 minutos. Luego vendría la atención a la prensa y el respaldo a la idea de un PP madrileño «callejero» y «pandillero» que Ayuso había pregonado el sábado en la presentación de su candidatura a presidenta.
Sin refrendar las palabras de Ayuso, Feijóo se mostró «convencido» de que el PP que ella dirigirá permitirá «abrir una nueva etapa de ilusión y de igualdad para bajar la tensión y la crispación en la política española». Porque,