Hay triunfos que saben a gloria por más nimios que sean como el que alcanzó el Barça ante el Mallorca. Los azulgrana cantaron victoria después de tres derrotas consecutivas que habían dejado perplejo al Camp Nou. El resultado fue una bendición para los barcelonistas en sus aspiraciones de acceder a la Champions si se atiende al marcador de una jornada coronada por la reaparición de Ansu Fati. El Barça es el rey tuerto en el país de los ciegos después de la derrota del Atlético y el empate del Sevilla. La clasificación fue un consuelo para un equipo desfutbolizado, imposible de clasificar porque no se sabe muy bien si es grande o pequeño, capaz o incapaz, falto en cualquier caso del liderazgo de Pedri.
2
Ter Stegen, Alves (Clement Lenglet, min. 88), Ronald Araújo, Piqué (Eric Garcia, min. 27), Alba, Gavi, Busquets, Frenkie De Jong, Depay, Ferrán Torres (Ousmane Dembélé, min. 74) y Aubameyang (Ansu Fati, min. 74)
1
Sergio Rico, Valjent, Russo, Raíllo, Battaglia (Lee Kang-In, min. 69), Pablo Maffeo, Antonio Sánchez (Salva Sevilla, min. 69), Brian, Dani (Grenier, min. 59), Ángel (Hoppe, min. 88) y Fernando Niño (Take Kubo, min. 58)
Goles 1-0 min. 24: Depay. 2-0 min. 53: Busquets. 2-1 min. 78: Raíllo.
Árbitro Pablo González Fuertes
Tarjetas amarillas Gavi (min. 34), Raíllo (min. 62), Grenier (min. 63), Pablo Maffeo (min. 90) y Alba (min. 90)
El plan de partido del Barça pasa necesariamente por jugar con el marcador a favor, sobre todo si el partido se disputa en el Camp Nou, profanado desde la invasión triunfal del Eintracht. El equipo sale atemorizado, los aficionados cierran los ojos y los rivales se acercan al área de Ter Stegen. El barcelonismo ha interiorizado de alguna manera que encajar un gol al inicio significa firmar la