Es tiempo de Halloween, si no, pregunten a los pequeños de la casa por el «truco o trato»… Y, aunque ellos no lo tengan muy claro, también es momento de dulces patrios para celebrar la festividad de Todos los Santos. Por ejemplo, el buñuelo de viento, bocado etéreo -cuando está bien hecho- que llegó a nosotros gracias a los árabes y que, con el transcurrir, perdió su baño de miel y nos dio por rellenarlo.