«Los idiomas no salvan vidas». La pancarta exhibida por los sanitarios frente al Consolat de la Mar no puede ser más acertada. El fanatismo pancatalanista de Armengol y sus socios ha llevado a Baleares a una situación esperpéntica, con el Tribunal Supremo obligando a exigir de nuevo a los médicos una titulación de C1 para poder desempeñar su trabajo en la Sanidad pública de esta Comunitat Autónoma.
Estamos ante un paisaje surrealista: resulta que si el mejor especialista cardíaco de España quiere venir a trabajar a Baleares, por las razones que sea, no puede atender a nadie en Son Espases o Son Llàtzer salvo que acredite una titulación de catalán de C1. El radicalismo del Pacte está jugando con vidas humanas y ya han abandonado las islas