En el último año y medio, en el mundo, han tenido lugar acontecimientos que no esperábamos y que han cambiado por completo nuestra forma de vida. Ha cambiado nuestra manera de relacionarnos, de trabajar, de aprender, de comprar y la forma de ofrecer nuestros productos.
Por ello nos hemos visto obligados a adaptarnos a las nuevas circunstancias y empezar a valorar hechos o sectores que no teníamos en cuenta anteriormente. En esta situación, el sector primario, en concreto el agrícola y ganadero, ha constituido un pilar fundamental en la sostenibilidad de la economía de nuestro país, convirtiéndose en un valor seguro en estos momentos de crisis, siendo uno de los sectores que ha sido capaz de mantener la estabilidad en cuanto a empleo y