Las tensiones que vive el Gobierno de coalición han tenido consecuencias este jueves en la celebración de la cumbre hispano-portuguesa que se celebra en la localidad cacereña de Trujillo. Pese al acuerdo que se alcanzó ayer, y que no es más que una tregua que puede durar días. Moncloa ha cambiado el protocolo del recibimiento entre las dos delegaciones, con Pedro Sánchez y Antonio Costa al frente, para evitar así que los medios de comunicación centrasen su atención en las vicepresidentas Nadia Calvino y Yolanda Díaz, enfrentadas por la reforma laboral.
A diferencia de lo que ha ocurrido en otras cumbres similares, como la que se celebró en Guarda (Portugal) el año pasado, los ministros de ambos países no han participado en el recibimiento