La crisis entre los socios continúa abierta. Sin un indicativo de cuándo podrá zanjarse definitivamente.
Ni cómo. PSOE y Unidas Podemos siguen perdidos en su laberinto, cruzándose reproches y disputándose uno de los estandartes, quizá, de esta legislatura: la reforma laboral.
Los socialistas pretendían amansar el conflicto reconociendo el liderazgo de Yolanda Díaz en la mesa del diálogo social, aunque dejando claro a la vez que en ella se tienen que sentar representantes de los otros ministerios concernidos y encabezados por ellos. Pero la vicepresidenta segunda aguanta el pulso: rechaza que haya cuestiones «metodológicas» a debate y quiere primero aclarar hasta dónde está dispuesto a llegar el socio mayoritario de la coalición.