‘Érase una vez en Euskadi’ podría titularse ‘Maquetos’, y ese fue efectivamente el título que barajó Manu Gómez (Arrasate, 1973) para su ópera prima, en la que echa mano de sus recuerdos como hijo de inmigrantes en la Euskadi de 1985. Suena el ‘What a Wonderful World’ en versión de Joey Ramone y los cuatro chavales protagonistas se dedican a su pasatiempo favorito: recoger las pelotas de goma que alfombran las calles tras una manifestación. Eran juguetes gratis y una metáfora perfecta y terrible para mostrar qué significó crecer en un País Vasco marcado por el terrorismo, el paro y la droga.
Estrenada en el Festival de San