Si hay un asunto que preocupa especialmente a los servicios de emergencia respecto a la salud de la población de La Palma es el impacto de los gases emanados del volcán de Cumbre Vieja. Sustancias gaseosas naturales que si son inhaladas en exceso y de forma crónica pueden producir reducción del caudal respiratorio, sensación de ahogo e «incluso incremento de la mortalidad por enfermedades cardíacas y respiratorias», según alerta el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
El aire de La Palma obsesiona a los expertos. No es para menos: sus efectos sobre un organismo humano pueden ir desde pequeñas molestias al respirar hasta poner en peligro la vida de las personas que viven en los alrededores del volcán.
Un equipo del Centro Nacional de