«Esto es una enfermedad. Más que banalizarla, lo que hace la sociedad es evitar hablar de ella. Nadie quiere que le hablen de la muerte, y lo que quiere un deprimido es morirse». Lo decía Verónica Forqué en una entrevista concedida a la revista Telva, porque Forqué arrastraba una depresión desde 2014. Su separación, el fallecimiento de su hermano, el de su madre, una operación de espalda… Fueron muchos los factores que condujeron a la actriz a la enfermedad de la melancolía.
Y hoy, esa pena la ha llevado al suicidio. Ella quería que se hablara del asunto, porque sabía que miles de personas comparten esa misma tristeza que ella arrastraba. Y su fallecimiento ha puesto el foco sobre el asunto. Compañeros del mundo de la cultura han demandado a