EFE (REDACCIÓN CIENCIA)
Actualizado Jueves, 28 octubre 2021 —09:11
Pertenecen a una población indígena que, en la Edad del Bronce, estaba genéticamente aislada pero era culturalmente cosmopolita
El estudio genómico de las momias de la cuenca del Tarim, en el oeste de China, ha desvelado que esos enigmáticos restos humanos pertenecen a una población indígena que, en la Edad del Bronce, estaba genéticamente aislada pero era culturalmente cosmopolita.
Las conclusiones del estudio, publicadas hoy en Nature, se basan en el primer estudio genómico de las poblaciones prehistóricas de la región autónoma de Xinjiang Uyghur, situada en medio de la Ruta de la Seda y considerada un cruce de caminos para la cultura, la agricultura y los idiomas de