El amor de un joven indio que pisa por primera vez una sala de cine y que le hace buscar todas las respuestas del séptimo arte ha inaugurado este domingo la segunda jornada de la 66ª Seminci, en la que también se ha tratado el peso de la culpa y la tiranía de las apariencias.
«Last Film Show«, película que ha abierto las proyecciones, es un homenaje al cine que parte de la propia historia de su director, el indio Pan Nalin, quien en la cinta relata la historia de un niño que se enamora de la gran pantalla y, pese a la prohibición de su padre, busca responder todas sus preguntas sobre el séptimo arte.
«Está inspirada en mi propia infancia. Pude ver una película a los 9 años y me fascinó, me hipnotizó«, ha confesado Nalin en rueda de prensa