El Barcelona volvió a tirar 90 minutos de partido a la basura. Otro partido más, éste ante uno de los recién ascendidos a la élite como es el Rayo Vallecano, en el que los culés dejan una sensación de inferioridad y falta de ideas abrumadora. En esta ocasión incluso desaprovecharon un penalti que pudo cambiar el devenir del partido con el empate a uno pero que Memphis Depay lanzó y Dimitrievski se dejó todo por frenar el tanto. El Barça ha fallado cinco de los últimos diez lanzamientos desde los 11 metros que ha ejecutado en la Liga Santander.
Este Barça está bajo mínimos. Y no por una cuestión de enfermería, donde es cierto que no pudo contar ni con Ansu Fati ni con Ousmane Dembélé, sino por sus méritos, aptitudes y puntería. Además es algo