«Sola y borracha quiero llegar a casa» decía Irene Montero desde su chiringuito de igualdad, para celebrar la aprobación de una de esas leyes de extrema izquierda con la que pretende adoctrinar a los niños en las escuelas, repitiendo uno de los lemas que vociferaban las ultras que se concentraban durante el juicio contra La Manada de los Sanfermines.
Sola y borracha, pero sin pasar por delante de ningún grupo de menas o ya sabes a lo que te arriesgas, porque si tus atacantes, violadores o agresores, son españoles tendrás a todas las asociaciones feministas de la extrema izquierda apoyándote, exigiendo venganza y que la ley se aplique con la máxima dureza contra ellos, pero como tengas la mala suerte de que te ataque un grupo de inmigrantes
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