Entre gatas y gatos
RUTH DÍAZ
Actualizado Miércoles, 27 octubre 2021 —01:39
Técnico de ventas ya jubilado y asesor financiero, padre e hijo, son los únicos capaces de mantener el reloj de la torre de Colmenar Viejo, a la estela del abuelo, él sí, relojero de oficio, que les enseñó cómo manejar cada recoveco de la maquinaria
Ninguno de los dos es relojero. El padre, ya jubilado, ingeniero aeronáutico, fue técnico de ventas de equipos electrónicos de Bosch los últimos 25 años. El hijo, licenciado en Derecho, cumple una veintena como asesor financiero. Su formación no se corresponde con su profesión. Pero tienen una devoción aun más alejada de sus estudios.
«Sería incapaz de arreglar un simple despertador y ya no digamos un reloj de pulsera»,