No hubo errores de los agentes de la Guardia Civil que investigaron desde el primer momento la desaparición de las niñas Anna y Olivia, secuestradas y hechas desaparecer por su padre, Tomás Gimeno, el pasado 27 de abril. Es la conclusión de la investigación interna abierta por la Comandancia de Tenerife, según ha podido saber en primicia CASO ABIERTO, el canal de investigación y sucesos de los diarios de Prensa Ibérica.
La «información reservada» se había abierto para averiguar si los guardias civiles que asistieron a Beatriz Zimmerman, la madre de las niñas de seis y un año, actuaron correctamente aquella noche del 27 de abril, cuando la mujer llegó para denunciar que su pareja se había llevado a las niñas.
La madre de Anna y Olivia acudió