Un total de 33 meses (más cerca de tres que de dos años) es lo que tarda en tramitarse un parque eólico en Catalunya, desde la fecha en que la Administración admite el proyecto hasta que se lleva a cabo la imprescindible declaración de impacto ambiental. Este periodo de tiempo es un 57% superior a los 22 meses que establece el real decreto ley 23/2020. La hoja de ruta anunciada el miércoles pasado por el ‘president’ Pere Aragonès, y la ‘consellera’ de Acció Climàtica, Teresa Jordà; que se apoya en priorizar las comunidades de producción locales y crear una compañía pública, ha disparado las alarmas del sector.
«Estamos contentos porque desaparece la posibilidad de una moratoria» (algo que reclamaba la CUP a pesar de que Catalunya se sitúa a