El caos se apodera de miles de afganos que acuden desesperadamente al cruce fronterizo de Turkham, en el este de Afganistán, para ingresar a Pakistán, después de que el pasado jueves reabriese sus puertas tras permanecer cerrada desde la toma de poder de los talibanes hace más de dos meses.
«Es como el día del juicio final en Turkham, hay miles de personas, la mayoría esperando en el lado afgano en filas multitudinarias y todos están tratando de acercarse a la puerta para entrar en Pakistán» dijo a Efe por teléfono Ziarat Gul, un trabajador del cruce.