Madrid ha dado un paso de gigante para situarse a la vanguardia de las ciudades continentales. Acaba de abrir en La Nave, en el barrio de Villaverde, el sandbox de innovación más grande de Europa. O lo que es lo mismo, un espacio donde realizar pruebas de desarrollo y testar diferentes artilugios que conformarán las urbes del futuro.
Farolas inteligentes que se iluminan sólo cuando alguien pasa y regulan su intensidad dependiendo del momento («no es lo mismo la luz con luna llena que en una noche cerrada»), cubos de basura que utilizan la inteligencia artificial para separar mejor los residuos y reciclar de forma más certera… «Es un minilaboratorio al aire libre, una especie de maqueta de la ciudad donde experimentar y diseñar las metrópolis