El gran duelo del Camp Nou reforzó la figura del brasileño Vinicius, protagonista del primer pulso de ‘príncipes’ del clásico con Ansu Fati, tras el adiós de los reyes Leo Messi y Cristiano Ronaldo. El brasileño asumió liderazgo y desequilibro ante un rival que acusó su falta de rodaje tras lesión, incesante en la búsqueda sin éxito del gol.
La sonrisa final de Vinicius, agotado, retirado del campo con calambres por su gran desgaste, contrastó con la cara de preocupación de Ansu Fati en el banquillo tras ser sustituido, llevándose las manos a la rodilla derecha, la no operada, tras un clásico en el que le fue imposible mantener la brillantez exhibida desde su reaparición.