“El azul de los ojos de Deborah Kerr es el mismo que el de la Gran Vía madrileña de los cincuenta cuando anochecía y se encendían las fachadas de los cines”, escribe José Luis Garci en el libro Deborah, recién editado por Notorius: la entrevista íntegra que el director español hizo a la estrella de Hollywood en Marbella, en 1990.
Kerr (Helensburgh, 1921-Suffolk, Reino Unido, 2007), rostro célebre en el cine estadounidense de los años cincuenta tras haber forjado su valía en el británico de los cuarenta, representó en sus películas un modelo de mujer característico: de gran personalidad, a menudo de apariencia fría dentro de un porte elegante, y en connivencia con la sociedad que le había tocado vivir, pero siempre con amplio margen de
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